domingo, 26 de diciembre de 2010

Fanfic de slayers "El agua del olvido: capítulo 6"





Disclaimer: Slayers no me pertenece, sus creadores son Hajime Kanzaka y Rui Araizumi, solo estoy pidiendo prestados a sus personajes para crear este fan ficción.
Este fanfiction es un AU (universo alterno) por lo que no necesariamente será exacto como el mundo de slayers, pueden haber otros personajes, enemigos y aliados que complementen la historia, además hago una advertencia, este fanfic aunque al principio solo tendrá escenas suaves de romance, con el paso de los capítulos se volverá muy lemonosa, así que si no eres mayor de edad o no te gusta el contenido erótico no leas, yo ya he cumplido con mi parte de informarte, ahora queda en tus manos si lees o no, pero si consideras seguir leyendo esta historia, permíteme decirte querido lector que no te arrepentirás ^^ trataré de hacer mi mejor esfuerzo para que sea de tu agrado.



Capítulo 6: “Confesiones de medianoche”



-antes de llegar a tu reino, hace unas semanas en el bosque… Xellos intentó asesinarme-Los ojos de Ameria se abrieron en la conmoción, rápidamente encendió el candelabro de la mesita de noche y luego volvió a prestarle toda su atención.

-continúa.

-estaba con mi periodo y no podía usar mis hechizos, así que pensó que si me aniquilaba sus energías regresarían, pero un demonio mensajero lo detuvo diciéndole que si lo hacía no habría ninguna posibilidad de que los recuperara, ya que Pharos había configurado el hechizo de transferencia antes de ser destruido por mí.

-así que ahora ya no quiere eliminarte ¿pero como volverá a recuperar su energía entonces?

-con mi cuerpo.

-¿he?-la princesa creyó haber escuchado mal, parpadeó en la ignorancia.

-por favor Ameria, no me hagas decirlo, creo que ya eres lo bastante mayorcita como para entender de estas cosas-dijo Lina intentando mantener la compostura, pero al ver que la joven no daba pie con bola, suspiró de agobio llevándose una mano a la frente.

-pero Lina ¿qué quieres decir que con tu cuerpo?

-¡significa que tengo que darle mi virginidad cabeza hueca!-bramó perdiendo la paciencia, provocando que Ameria se fuera de espaldas al digerir la noticia.

-¡¿¿Quéeee??! ¡Oh, por mi padre que está en los cielos! ¡Eso es injusto! ¿Es que no hay otra forma?-quiso saber la muchacha que tenía los ojos como platos y las mejillas sonrojadas por el morbo.

-no, no la hay.

-y… ¿qué es lo que piensas hacer? No estarás pensando en entregársela ¿verdad?

-créeme que si las cosas fueran fáciles no dudaría un instante el quedarme con su esencia, pero se están complicando mucho-dijo Lina perdida en sus pensamientos.

-¿Cuál es el problema?

-son muchos Ameria, en primer lugar, si me quedo con su esencia, no podré usar mis hechizos con normalidad debido al desequilibrio de energías, en segundo lugar, si llego a despertar los poderes demoníacos que residen en mi sin saber controlarlos, podría hacerle daño a las personas cercanas que quiero, eso sumado al hecho de que el señor de las pesadillas me tendría como un futuro candidato a demonio y en tercer lugar, pues… Xellos se está muriendo.

-¡¿muriendo?!-la princesa abrió los ojos horrorizada al escuchar la noticia.

-si no le devuelvo la energía que le pertenece, desaparecerá para siempre.

-ya veo… que complicado…-dijo cabizbaja sintiendo pena por el mazoku, cuando de pronto se percató de algo-¿Lina estás herida?-preguntó preocupada viendo unas manchas de sangre sobre su ropa de dormir.

-…no, pero xellos sí, parece que ya no es inmune a la magia protectora de tu reino.

-¿estuvo aquí? ¿Haz tenido un encuentro con él?-los ojos de ameria de pronto brillaron esperanzados de que su amiga le contara detalles.

-ni me lo recuerdes.

-pero Lina.

-¡que no!

-bueno, de todas formas pienso que la situación es muy difícil… pobrecito Xellos san…

-no te compadezcas de él, es un maldito demonio manipulador, asqueroso e insensible-lanzó Lina.

-pero… a pesar de todo tiene carisma y es amable-defendió ameria con una sonrisa soñadora.

-cuando le conviene-rebatió.

-además nos ha ayudado en muchas ocasiones.

-sí, aunque dudo que lo haya hecho con verdadera  intención.

-y también tiene su encanto.

-¿encanto? ¿Ese demonio de pacotilla?

-¿no te parece apuesto?-continuó la princesa pestañeando con sus ojos grandes a la expectativa de una positiva respuesta, la cara sonroja de Lina, se contrajo en una mueca que oscilaba entre el nerviosismo y la confusión.

-bu… bueno… tiene algo… que… ¡ya deja de decir cosas buenas sobre él!-chilló finalmente para que su influencia no dañara la imagen que ya tenía de ese demonio.

-entonces Lina ¿eso quiere decir que lo dejarás morir?-La hechicera tembló ante esa pregunta.

-eso quisiera-masculló sin ganas de contestar.

-¿entonces si vas a acostarte con él?-cuestionó llena de asombro.

-¡no he dicho que lo haré!-exclamó con las mejillas más rojas de lo que ya estaban.

-pero has dejado abierta la posibilidad.

-…-un incómodo silencio reinó en la habitación.

-Lina… podría ser que tú…

-¡no! ¡Sea lo que sea que estés pensando!-exclamó la hechicera con enfado, pero ni eso hizo que la princesa dejara de mirarla con esos curiosos ojos azules que pestañeaban de conmoción.

-¿se… han besado?-al escuchar esa pregunta Lina hizo pasar toda la saliva que se le había estado acumulando por su atorada garganta, esforzándose por mantener una fachada de chica segura, pero los ojos de Ameria parecían sacarle la verdad por los poros ya que no pudo evitar que sus mejillas ardieran al rojo vivo.

-…hm-asintió sin muchos ánimos.

-¡¡¡no puede ser!!! ¡¿Te has besado con Xellos san?!-chilló Ameria llena de emoción y hubiera continuado haciéndolo si Lina no le hubiese tapado la boca de un almohadonazo

-¡¿Ameria haz el favor de cerrar la maldita boca?!-le regañó en voz baja.

-lo siento… es solo que… esto se está poniendo muy apasionante, un demonio milenario y la hechicera más poderosa de todos los tiempos se han besado locamente y ahora tienen encuentros fortuitos, él se asoma cada noche por el balcón para declararle a ella todo su amor ¡que romántico!-decía la princesa maginando escenas decoradas de rosas rojas y personajes idealizados.

-¡de romántico nada! Lo único que importa aquí es que le devuelva lo que le pertenece, ¡así que Ameria bájate ya de esa nube estúpida!-le ordenó zamarreándola para que despertara de su fantástico sueño.

-¿segura que estás siendo sincera conmigo? Anda Lina, dime…-pidió esperanzada.

-no sé de qué hablas.

-pues, que si te ha gustado el beso.

-¿se puede saber a dónde quieres llegar con todo esto?

-contéstame-le exigió con mirada determinante, mientras la mente bloqueada de la hechicera se esmeraba en buscar una salida, tal vez lo mejor era decir una mentira.

-fue… asqueroso.

A pesar de la respuesta, Ameria continuaba observándola con expectación, tenía la certeza de que le ocultaba algo.

-no me mires así, yo ya te respondí, ahora déjame dormir en paz-se quejó la pelirroja con molestia.

-todavía no respondes mi pregunta, bueno no completamente.

-¡por supuesto que lo acabo de hacer!

-no me refiero a lo del beso.

-¿a qué entonces?

-es que me gustaría saber por qué llorabas y no me mientas que sé lo que oí-el semblante de Lina se ensombreció de tal manera que la morena comenzó a preocuparse.

-haa… eso… fue una tontería, sólo que Xellos dijo cosas…

-¿Cómo cuales?

-lo típico de un demonio de su calaña.

-¿cosas duras sobre ti?

-m-afirmó desviando la mirada.

-¿y porqué algo como eso te ha afectado tanto? Tú no sueles dejarte llevar por los comentarios de nadie.

-no sé qué está pasando conmigo, últimamente todo dentro de mi está revuelto y de cabeza.

-¡ánimo! Recuerda que eres muy fuerte y valiente, pase lo que pase no dejes que esta situación te haga sentir mal, si decides quedarte con sus poderes, nosotros te defenderemos de quien sea.

-lo sé, pero… la verdad, tal vez no quiero que desaparezca-confesó en un hilo de voz, con las mejillas en rojo y el corazón latiendo violentamente.

-Lina…

-sí Ameria… seré sincera… me pasan cosas con él-soltó con voz temblorosa ante su anonadada amiga que tenía la boca por el suelo.

-oh… por los dragones-atinó a decir cuando pudo volver a mover la mandíbula.

-en aquél lugar al que me llevó, justo antes de que desapareciera para siempre, corrí hacia él y lo besé…

-¡¿Qué tú lo besaste?!-exclamó incrédula.

-yo… todavía no puedo creer que hice algo tan estúpido como eso, pero en ese momento mi corazón se estrujó dentro de mi pecho y me vi obligada a salvarle, no sé cómo pude ser tan tonta, pensar que podría ser atractiva para un demonio engreído como él, que ilusa…-decía Lina auto regañándose mientras la morena la miraba compasiva.

-escucha amiga, no tendrás los pechos grandes como otras chicas, pero tienes otras cualidades, eres preciosa, el color de tu cabello es envidiable, tus ojos marrones tienen un brillo vivaz y encantador y tu actitud es de admirar, así que no creas en las palabras de Xellos san, porque estoy casi segura de que debe haber en este mundo algún chico que se muere por tener una cita contigo.

-haa… ¿sí? ¿Y lo conoces?-preguntó inquisitiva.

-hemmm… ha no… pero de que debe haber, pues debe haber jejejeje-rió nerviosa Ameria tratando de ocultar que se trataba de cierto rubio espadachín.

-buen intento por subirme el ánimo Ameria, mejor vamos a dormir, buenas noches-dijo volteándose a su lado, agarrando las sábanas para cubrirse.

-buenas noches Lina-la morena apagó el candelabro, miró la espalda de su compañera que iluminaba la luz de la luna llena y tras un suspiro resignado se acomodó en el lecho para dormir.

Lina inverse pese a todos sus intentos por conciliar el sueño, esa noche más confundida que nunca se la pasó en vela, pensando en el demonio de ojos violeta…


Continuará…



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